¿Por qué trabajo, únicamente, con luz natural? Algunas personas, me han dicho, que su primera impresión al verme en las sesiones, las confunde; que esperaban ver a alguien cargando con luces, trípode, rebotadores, cámaras, flashes y telones. Tengo uno que otro juguete para mis cámaras, pero siempre trato de utilizar lo menos posible, de trabajar con lo que tenemos a nuestro alrededor, incluyendo la luz.
Sabiendo que la luz es la materia prima de la fotografía, trabajar con luz natural es un reto. Existen muchas ventajas y algunas desventajas. La luz natural cambiará en todas sus cualidades mientras transcurre el día. La temperatura de color o la intensidad jamás serán las mismas, y creo que eso determina que las fotografías sean únicas para cada unx de mis clientes.
En exteriores, aunque me limita a trabajar durante el día y a ciertas horas, la calidez que brinda la luz del sol a las fotografías, hace que los colores vibren y que las sombras resalten los rostros, las expresiones y los cuerpos.
En interiores, no contamos con la misma intensidad de luz, cuando contamos que esta entre por las ventanas. No, no es lo mismo. La luz es más opaca, hay menos saturación. Pero ahí, es donde radica su magia. La luz que obtenemos al trabajar puertas adentro, nos da un ambiente más dramático.
Donde sea, la luz nos da arte.